Es una de las mayores preocupaciones de madres y padres, sobre todo primerizos, de bebés con lactancia materna. Es cierto que no podemos mirar dentro del pecho y medir cuánta leche queda tras la toma; y tampoco podemos, como me proponía un padre en la consulta el otro día, hacer que la madre se extraiga la leche y dársela al bebé en biberón para saber lo que toma. La extracción del bebé es mucho más potente que la del sacaleches.
Antiguamente, y todavía aún hay profesionales que lo hacen, se realizaba el método de la doble pesada: se pesaba al bebé antes y después de la toma y se asumía que la diferencia era lo que había tomado. Sin embargo, esto podría servir para una toma concreta, pero a mí (y a vosotros) me interesa saber si como bien en general. Yo puedo desayunar poco un día y luego zamparme unas tostadas con tomate y un vaso de leche a media mañana para compensar.
Así que deberemos buscar signos indirectos de que el bebé está comiendo lo suficiente:
- Los pañales: el bebé debe realizar al menos un pis en las primeras 24 horas de vida e ir aumentando de manera que, al alta (sobre el tercer día) y los días posteriores moje en torno a 4-5 pañales de pis al día. Las deposiciones no reflejan tan bien el estado de hidratación pero un bebé deberían eliminar el meconio en los primeros 2-3 días y los días posteriores realizar deposiciones de transición, para pasar después a las típicas deposiciones color mostaza. Un bebé que come bien suele realizar 3 o más deposiciones al día, a menudo tras cada toma.
- El peso: es un indicador fundamental. Todos los recién nacidos pierden peso en los primeros días de vida, un máximo de un 10% (aunque lo normal debería ser en torno al 7%) y lo recuperan hacia los 10-15 días de vida.
- La madre: aunque no a todas las mujeres les pasa, y eso no quiere decir que no tengan leche, muchas madres sí notan que el pecho se hincha antes de las tomas y se vacía después (y esto, por suerte, desaparece según avanza la lactancia, y tampcoco es síntoma de que se nos esté acabando la leche…)
- El bebé: a veces es más difícil de valorar y debe interpretarse manera individualizada. Los recién nacidos realizan muchas tomas, entre 8-12 al día y eso no quiere decir que no estén comiendo suficiente. El recién nacido que come bien, en general, mama activamente (con sus pausas para descansar) hasta que suelta el pecho y se duerme; se le escucha tragar cuando mama; aunque duerma mucho tiempo, cuando se despierta está vital. Un recién nacido que no come bien puede estar aletargado, que cueste mucho despertale o, por el contrario, irritable, llorando y buscando todo el tiempo, realizar tomas eternas y apenas dormir. Un bebé que se pone muy amarillo, también puede ser, entre otras cosas, que no esté comiendo bien.
Y, ¿qué hacemos nosotros en casa?
Por suspuesto, lactancia materna a demanda, estar atentos a las señales de hambre y tener en cuenta que lo normal es que realicen entre 8 y 12 tomas al día. Yo recomiendo que contabilicéis los pañales que moja y que acudáis al pediatra en las 48h posteriores al alta para un control de peso. Y, si os parece que no come bien, que está muy aletargado o muy irritable, lo veis muy amarillo o teneis dudas de que esté comiendo lo suficiente, antes de darle un biberón, consultad!
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