Ya ha arrancado julio y comienzan para muchos las vacaciones. En casa solemos tener un botiquín tanto para niños como para mayores, pero a menudo, cuando nos vamos de viaje, se nos olvida llevárnoslo. Aquí os dejo 10 cosas que no deberían faltar en vuestra maleta.
- Suero fisiológico. No puede faltar. Para limpiar los mocos cuando se acatarren o los ojos en casos de conjuntivitis.
- Termómetro. Es frecuente que nos lo dejemos en casa y midamos la temperatura con la mano o los labios, porque una madre (los padres suelen ser menos de estos), y ya no digo una abuela, sabe cuándo su hijo tiene fiebre; pero los pediatras preferimos que los termometreis si es posible…
- Antitérmicos y analgésicos. Paracetamol y/ o ibuprofeno por si tienen fiebre o dolor. Si queréis saber más sobre la fiebre, os recuerdo este post.
- Suero de rehidratación oral. Con la llegada del buen tiempo llegan también las gatroenteritis. Además, las comidas en verano son más desorganizadas y a veces hacemos excesos. Así que recuerdo pautas básicas en caso de diarrea: dieta normal sin forzar (sí, normal, no es necesario hacer dieta blanda) y ofrecer suero de rehidratación oral (nada de Aquarius). Si vomitan, esperad 20 minutos sin administrar nada y luego reiniciad la tolerancia con líquidos azucarados (también nos sirve el suero de rehidratación oral en pequeñas cantidades)
- Antiséptico. En caso de heridas (también muy habituales en verano), se recomienda lavarlas con agua y con jabón y mantener la zona seca. Pero si es más aparatosa de lo habitual o se pone más fea, podéis aplicar un poco de Clorhexidina (muy cómoda al 1% en spray). Los antisépticos con yodo no se recomiendan en niños.
- Tiritas, gasas, esparadrapo. Las caídas son muy frecuentes en los niños (en cualquier época del año). Lo ideal es limpiar bien la herida y dejarla al descubierto, pero si se la tocan mucho o hay riesgo de que se ensucie, podemos cubrirla con una tirita o una gasa y esparadrapo (que además les hace mucha ilusión 🙂
- Fotoprotector. No necesariamente en el botiquín (yo suelo llevarlo en la bolsa de la playa), pero es algo que no puede faltar en vacaciones, sea cual sea el destino. Si queréis saber cómo elegir el fotoprotector más adecuado a cada edad y cómo aplicarlo, podéis leer más aquí.
- Repelente de insectos. No todos son aptos para niños, si queréis más información no os perdáis este post de Dos pediatras en casa.
- Tarjeta sanitaria. Fundamental por si tenemos que acudir a un centro de salud o un hospital. Si viajáis a Europa no os olvidéis de solicitar con tiempo la tarjeta sanitaria europea.
- Medicación de uso crónico. Por supuesto no debemos olvidar el inhalador si tenemos un hij@ asmátic@, los antihistamínicos y/o el autoinyector de adrenalina si hay algún alérgico o la crema de corticoides para los brotes en los casos de dermatitis atópica.
Y, ¿qué hago si estamos de viaje y el nñ@ se pone mal@?
La mayoría vais a destinos donde hay un consultorio médico/centro de salud y/o un hospital cercano, así que actuad igual que en casa y acudid a Urgencias cuando sea necesario.